En el capítulo “W de Wittgenstein
y su escarabajo” nos habla sobre un experimento que consiste en que todo el
mundo metiera algo en una caja y a ese algo lo llamásemos “escarabajo”. Todos
hablarían de que saben que es un escarabajo, pero en verdad para cada uno
significa una cosa diferente. Lo que Wittgenstein quiere demostrar con esto es
que las personas creen hablar de las mismas cosas solo por estar usando la
misma palabra, cuando en la realidad pueden estar hablando de temas muy
diferentes. El escarabajo es como las palabras y los conceptos generales. A
través de las palabras se puede romper ese vínculo que hay entre los conceptos
que tenemos en la cabeza y las cosas del mundo.
Finalmente hace un análisis, que
consiste en hacerse varias preguntas e intentar crear su propio experimento
mental. Este experimento se basa en que en una cierta isla existe la tradición
de obsequiar a todo el mundo con una cajita de “escarabajo”. Las personas lo
consideran unos objetos personales y no puede mirar nunca lo que hay dentro de
la caja del resto de personas. La única forma que tienen de poder comunicarse
sobre este asunto es hablando sobre “su escarabajo”. Con esto sería suficiente
para que puedan hacer comparaciones y con el tiempo serían capaces de transmitir
una imagen detallada de sus escarabajos. Así vemos, que el escarabajo podría incluso
servir mejor para demostrar la estabilidad del lenguaje y de la comunicación.